El día esperado por Richard Parra había llegado. Por fin podría tener la oportunidad de dar su descargo ante la Comisión Disciplinaria de la Fepafut.
El estratega colombiano, acompañado por Pedro Gordón (presidente del �rabe Unido de Colón), y su abogada, conversaba muy tranquilamente -como el que nada debe ni teme-, en la recepción de las oficinas de la Fepafut, junto a los periodistas que se dieron cita a ver cómo transcurría un capítulo más de esta novela sinfín.
Parra dialogaba sobre la selección, sobre Calderón y más, pero sin mencionar nada del polémico tema, y entonces se oyó... �Parra!, �Richard Parra!, llamaban a escena al timonel del "expreso".
Todavía muy tranquilo, Parra se levantó de su asiento, y los buenos le siguieron (Pedro Gordón y su abogada).
La lluvia empezó a caer y la incertidumbre de los periodistas también. Salían de aquella oficina personal de la Fepafut, pero nadie daba pistas de la reunión "supersecreta".
Otros que llegaban, como el preparador físico Julio César Toral, solo sonreían por la situación.
Luego de casi una hora, salió el más esperado.
Como si se estuviera esperando a una estrella de cine, rápidamente se abordó al colombiano. Los demás presentes en la secreta reunión desaparecieron más rápido que la luz. Solo uno de estos hombres con traje, permanecía cerca de la acción, pero en ese momento el foco de atención era Parra.
"La reunión resultó ser muy amena. Recibí una buena atención; no tengo quejas.
Había presentes personas que ya conocía, y las que no, me dio mucho gusto conocerlas.
Ahora solo toca esperar que tomen la decisión final", fueron las palabras del cafetero, quien al instante fue interrumpido por su abogada que finalizó mencionado: "�l hizo su aclaración y descarga. Lo que nos toca sólo es esperar como siempre se hace en estos procesos, bye".