MENSAJE
Amor con cemento
- Hermano Pablo
- Costa Mesa, California
Fue un amor raro, que nació
en un lugar raro. Pero el amor, como la flor de edelweis, nace aún
debajo de la nieve. Paulette Deck, francesa de 33 años, se enamoró
de Bernard Gayet, un convicto por asesinato.
Y Paulette se enamoró de él mientras hacía limpieza
en la prisión de París, Francia. Para de alguna manera demostrar
su amor, y pedir libertad para su amado, Paulette se untó el cuerpo
con un pegamento sumamente fuerte, y se adhirió a Bernard durante
una hora. Médicos y cirujanos tuvieron que trabajar largo tiempo
para despegarlos sin dañarles la piel.
"Este es amor a la francesa", comentó Gerard Martín,
jefe de la cárcel.
Bueno es el amor cuando es fuerte y duradero. El amor bueno, el que une
a dos personas en un solo cuerpo, una sola alma y un solo espíritu,
es así: fuerte, resistente, permanente y unificador. Pero no es un
pegamento lo que hace fuerte y permanente el amor, así como tampoco
lo es la marcha nupcial, ni la ceremonia matrimonial, ni los anillos que
intercambian los novios, ni los votos dichos con emoción ante el
ministro ni la bendición de rutina pronunciada por el oficiante.
El amor eterno se cimenta con otros elementos. Entre estos está
una firme decisión de nunca permitir un interés amoroso ajeno.
El amor eterno incluye también el jamás pensar en divorcio,
el hacer del hogar y del matrimonio algo de primer interés y de prioridad,
y el invitar al Jesucristo a ser el huésped invisible del hogar.
Es que el amor fiel y verdadero brota de un corazón fiel y verdadero,
de una profunda y sólida moral cristiana, y de la fuerte convicción
de que incluye el temor a Dios y el cumplimiento de sus santas ordenanzas.
Cuando Cristo es el Señor y Maestro de nuestra vida, nuestro corazón,
nuestros sentimientos y nuestra conciencia empiezan a consolidarse y a fortalecerse.
Es allí donde establecemos el modo de vida que produce un matrimonio
firme, maduro y fiel.
Permitamos que Cristo reine en nuestra vida y haga de nosotros verdaderos
cristianos. Así podremos tener una unión matrimonial dulce,
permanente y feliz.
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CULTURA |
Historia cultural del Museo José de Obaldía |
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