Sábado 31 de oct. de 1998

 








 

 


EDITORIAL
Halloween vs Fiestas Patrias

En los días del Campeonato Mundial de Fútbol, en muchos vehículos, sobre todo el transporte selectivo, se vio ondeando la bandera de los países representados en ese torneo, en especial la de los contingentes de Brasil y Argentina.

Mañana, que se inicia el mes del Patria, casi escasean las banderas panameñas que en una fecha tan importante y significativa debieran adornar edificios públicos o privados --como se hacía antes-- así como en almacenes y en balcones de casas de todos los barrios de la Capital. Esa es una forma de demostrar el orgullo patriótico, pero lamentablemente no está ocurriendo así.

Desde hace algunos años se empieza desde finales de octubre a promocionar la costumbre extranjera del Halloween y, en noviembre, la Navidad, dándole muy poca importancia a las efemérides patrias que son el 3, 4, 10 y 28 de noviembre. Ese deterioro comenzó desde la época de los militares porque algunos suponían que adoptar una posición patriótica entrañaba una identificación con el falso nacionalismo de Manuel Antonio Noriega que se empeñó en retar a los Estados Unidos y provocar la cruenta invasión del 20 de diciembre de 1989.

Los gobiernos posteriores a la invasión, tampoco se animaron a exaltar tales efemérides ni los valores de la nacionalidad por temor a inquietar a los norteamericanos, por lo que en la última década se fue reduciendo la motivación por nuestras gestas independentistas. Un prejuicio y complejo que no ha superado la actual generación.

Contrario a un despertar de una conciencia patriótica se escucha en muchos medios la exaltación de aberrantes costumbres anglosajonas, canciones en inglés y la promoción de la idiosincrasia y cultura foránea, precisamente cuando nos hallamos frente a un nuevo milenio con sus implicaciones de reivindicación soberana en la tierra prometida, la decantada quinta frontera.

El Halloween es la negación de la fe religiosa, pero muchas familias por omisión toleran el desenfreno que se produce porque ingenuamente no quieren aceptar la perforación de las mentes de sus vástagos con estos rituales de aquelarre con brujas, demonios y hechiceros.

Recomendamos a nuestra juventud retomar los valores de nuestra nacionalidad. Que por todos los medios haya firmes expresiones de que este es un Panamá orgulloso de su destino. Que esta es la Patria de Harmodio y Arnulfo Arias, Belisario Porras y Roberto F. Chiari. Que debemos sentirnos orgullosos de los hombres que forjaron esta nación panameña. Nada mejor que comenzar desde mañana con el Día del Niño, porque pensamos que la juventud es un terreno amoroso cuya simiente oportuna abonará los frutos de una inmortal generación.

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
El escritor y periodista Ramón H. Jurado, Orador de Fondo el 10 de noviembre en Los Santos


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no brindo programas educativos para los niños.


OPINIONES



 

 

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