Si hay algo de lo que muchas personas no le gusta hablar es de la muerte, pero el flamante ganador del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ha dicho que desea morir escribiendo, es decir, con la pluma en la mano.
Llosa presentó ayer su nueva novela "El sueño del celta" y reconoció que el premio le ha cambiado la vida, pero no sus ansias de seguir escribiendo.
Vargas Llosa, 74 años, comparecía de nuevo ante los medios tras la concesión del Nobel y lo hacía en Madrid, su lugar de residencia, donde la prensa lo recibió con una sonora ovación.
El autor peruano, que también posee nacionalidad española, aseguró que sufre el acoso constante de las entrevistas, y que apenas duerme dos o tres horas al día.