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Se presume que todo ciudadano panameño al llegar a los 18 años de edad pasa a ser portador de un documento denominado cédula de Identidad Personal, con el cual se identifica ante las instancias correspondientes; de allí el celo y la responsabilidad con que el Tribunal Electoral debe custodiar la emisión del mismo, evitando que puedan suscitarse, amparándose en ese documento legal falseado, situaciones peligrosas como el plagio, estafa y la suplantación de la persona con otros fines, prácticas frecuentes en el mundo delictivo de hoy.
El decomiso de más de 20 mil plásticos de cédulas que debían ser destruidos en la empresa que se encarga de imprimir ese documento, ha generado en la opinión pública, con mucha justificación, especulaciones, temores y dudas que deben ser aclarados en toda su extensión para la tranquilidad del país.
Hasta ahora el desenvolvimiento de los hechos sólo ha generado interrogantes. Por ejemplo, si el Tribunal Electoral cuenta con una cartera publicitaria, �Por qué no publicó un comunicado en un espacio pagado en los medios de comunicación, por lo menos en los impresos, dando a conocer su postura aclaratoria íntegra frente al hecho?
�Qué dice el contrato entre el Tribunal Electoral y la empresa fabricante cuando se trata de destruir documentos defectuosos?, �En presencia de quién o quiénes se destruyen tales documentos?.
�Por qué, por un lado el TE inicia investigaciones, y por el otro, la empresa habla de tomar medidas para salvar su imagen que presuntamente ha sido lesionada? �Es que no había una relación armónica entre ambas instancias? |
