Policías afganos arrojan combustible sobre las pilas de hachís y licor de contrabando durante un acto de quema de drogas en Herat, al oeste de Kabul, Afganistán.
Un informe de la Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen (UNODC) revela que la producción de niveles de opio, del cual la heroína de clase 'A' es producida, podría alcanzar las 8.200 toneladas en 2007, contra las 6.100 toneladas de 2006. De acuerdo con la UNODC, Afganistán es ahora responsable del 93 por ciento de la producción global de opio.
El hachís es mezclado, y adulterado, con otras sustáncias para avaratar sus costes, y dependiendo con que sustancias se "mescle" la droga puede causar daños graves en el cerebro, de quienes lo consuma.