Arturo Padrón, sobrino del cabo Andrés García, dijo que su familia se siente algo feliz porque, ante la salida del Daniel Delgado Diamante del Ministerio de Gobierno y Justicia. Se hizo algo de justicia.
Por su parte, Delgado Diamante declaró ayer que no era un asesino y confesó que por 38 años ha vivido con el sufrimiento de haberle causado la muerte a una persona.
Dijo en Debate Abierto, que el día de los hechos García llegó en completo estado de embriaguez al Cuartel de Panamá Viejo, y con una bayoneta atacó a varios agentes, supuestamente, para dirigirse a su casa con la intención de agredir a su esposa y a su suegra.
"Las unidades que estaban en el cuartel me informaron que García iba con la intención de asesinar a su esposa y a la madre de ésta. Por ello, salí junto a otras unidades para impedirlo, porque él estaba fuera de sí", aseveró.
Una vez en casa de García la puerta estaba abierta y lo encontré buscando algo en la gaveta, dijo. Al llamarlo por su nombre, éste se le tiró con la intención de agredirlo con la bayoneta y él le hizo el primer disparo al piso, pero García siguió intentando agredirlo, y es allí donde hizo el siguiente disparo que le dio en la pierna. "Es falso que luego del impacto yo haya dado la espalda y lo dejara a su suerte, expresó.
"Allí no había nadie cuando se dio el hecho, pero ahora, muchos están tergiversando las cosas con la intención de hacerme daño", precisó.
Insistió en que su caso fue atendido por las autoridades, y prueba de ello es que rindió declaración ante el entonces director de Homicidios del DENI, Domitilo Córdoba, y él se ratificó de esas declaraciones ante el fiscal del turno. Esto se atendió de manera judicial por orden del general Omar Torrijos Herrera, quien al darse cuenta de los hechos, ordenó que el caso saliera de la Junta Disciplinaria de la Guardia Nacional y fuera investigado como un hecho de sangre.
