Panamá y el Canal de Panamá están en peligro de una gran sacudida sísmica, según investigadores de la Universidad de San Diego, que realizaron una investigación sobre las fallas de Pedro Miguel y Limón.
Los nuevos datos indican que las fallas se han roto de manera independiente y al unísono en los últimos 1, 400 años, lo que indica un riesgo sísmico significativo.
Los resultados surgen de un proyecto encargado por la Autoridad del Canal de Panamá a los investigadores, ante el inminente proyecto de expansión de la vía acuática.
El autor del estudio, Thomas K. Rockwell, profesor de geología en la Universidad de San Diego, indicó que el terremoto que afectó el Istmo en 1621 provocó una ruptura en la falla de Pedro Miguel y causó 10 metros de desplazamiento que ocasionaría otro terremoto de esa intensidad y podría tener hoy efectos dramáticos", dijo.
El trabajo paleosísmico de Rockwell y su equipo demuestra que tanto la falla de Limón como la de Pedro Miguel son sísmicamente activas, que tiene una tasa de recurrencia relativamente corta para los grandes terremotos, con desplazamientos en el rango de 1.5 a 3 metros.
El evento más antiguo en la falla de Pedro Miguel se estima en el año 455 después de Cristo y es mayor que cualquiera de los acontecimientos registrados en la falla Limón. Sin embargo, el penúltimo evento de Pedro Miguel y el tercer caso de Limón identificados en este estudio tienen edades muy similares, alrededor del 700 después de Cristo, y puede representar la ruptura completa de las fallas en la zona.
La aparente facilidad de estas dos fallas para activarse al unísono tiene implicaciones importantes para el Canal de Panamá.
Los autores señalan que la proximidad de la ciudad de Panamá a esta zona de fallas activas, y la falta de consideración de las cargas sísmicas en los códigos de diseño estructural, ponen a esta zona en alto riesgo sísmico, especialmente antes de que los edificios actuales se puedan reemplazar por otros más resistentes.