La actividad para inaugurar oficialmente la Primera Escuela Municipal de Bellas Artes y Música en Panamá, se realizó el pasado miércoles 17 de noviembre en el Edificio Hatillo.
Con un festejo con el que se demostró las habilidades y capacidades que tienen algunos de los niños que cursan desde hace dos meses la escuela, se inició el programa cultural, donde hicieron muestras del baile "El punto" en el cual danzaron dos parejas a la vez, y donde hicieron gala de donaire en un baile grupal con el número típico "La Denesa" como una de las principales referencias folklórica panameña.
La Escuela de Bellas Artes y Música cuenta con una matrícula de 200 niños inscritos, provenientes de los 21 corregimientos del Distrito Capital y oscilan entre edades de 4 a 16 años.
Este plantel educativo cuenta, en su mayoría, con niños de escasos recursos, sus acudientes no tienen que pagar por la matrícula y la principal razón para la creación de esta escuela es acabar con el "ocio" de los niños y jóvenes panameños.
El horario con el que funcionará esta escuela es de 8: 00 a.m a 5: 00 p.m de lunes a sábado y sus instalaciones están ubicadas exactamente en la planta baja del Edificio Hatillo. Esperan que se integre próximamente al Ministerio de Educación para que todos los créditos académicos sean reconocidos y avalados por ellos.
La subgerente de Cultura, Josefa Marín comentó que han sido seis meses de ardua labor, para hacer la selección de los niños que quedarían fijos en la matrícula del plantel.
Marín agregó encontrarse feliz de que el Municipio capitalino haya tenido la oportunidad de ser el primero en contar con una escuela de esta índole y que espera que esta gestión se repita en otras comunidades más lejanas y necesitadas de cultura.
DE TODO UN POCO
La Escuela de Música imparte clases de instrumentos de cuerda, piano, danza, teatro y canto; preferiblemente será dirigido en el área de la música de cámara y autóctona.
Cabe destacar que el invitado de honor fue el "Escorpión de Paritilla" Osvaldo Ayala, quien dijo ver muy bonita esta iniciativa.
Ayala junto a sus músicos -tras bastidores- le solicitó al niño Andrés Sánchez de 9 años, que le hiciera una ejecución musical en el violín de la pieza "Guararé", la cual interpretó de comienzo a fin, ante la mirada de su madre.
Sánchez no titubeó ante la mirada de Osvaldo Ayala, quien además de felicitarlo por su habilidad en el instrumento de cuerdas, en tan solo cinco meses, le celebró el hecho de que interpretase su número completo.
