La suerte de unos 15 buhoneros de San Miguelito está en manos de las autoridades municipales.
Y es que los transeúntes y la misma comunidad de Los Andes No.2 se quejan de los kioscos y mesas donde muestran la mercancía que venden estos trabajadores informales, ya que según ellos, pone en peligro la vida de cualquier persona cuando transita por esta área.
La situación se suscita justo en la parada, cerca del puente peatonal del centro comercial, localizado en el sector. El poco espacio entre los puestos y la falta de una acera, obliga a las personas, prácticamente, a caminar por la peligrosa vía.
Para el Prof. Alfonso Montoya, subdirector del MOP en San Miguelito, se hace necesario que estos pequeños locales sean trasladados a otro punto dentro del distrito, ya que el lugar donde están ubicados es una zona de mucho tránsito vehicular, por lo que ponen en riesgo la vida de ellos y de los peatones.
Montoya consideró que, aunque como entidad no tiene responsabilidad en el área, porque estos negociantes están ubicados en servidumbre pública, corresponderá a las instancias municipales plantear una solución al problema.
El funcionario, con más de 20 años de experiencia en materia vial, reveló que tiene un proyecto de construcción de aceras justamente en ese punto. Expresó que se debe construir metro y medio de acera y asfaltar.
NEGOCIACION ENTRE BUHONEROS Y AUTORIDADES
Aunque no se logró una versión sobre las acciones que tomará la Alcaldía de San Miguelito, Charlie Navarro, vocero de los buhoneros, manifestó que ya se han reunido con los funcionarios municipales.
Navarro explicó que la Alcaldía les acondicionará el área para que no continúen estorbando el paso, mientras que los vendedores no permanentes, que sólo aparecen para el periodo navideño, estarán en el lugar hasta el 31 de diciembre, con el fin de que continúen llevando el sustento a sus hogares.
Indicó que durante el diálogo entre las partes no ha existido amenaza de desalojo. Sin embargo, consideró que hay muchas cosas por determinar todavía.
El joven, que tiene más de año y medio de vender su mercancía en la parada del centro comercial, planteó que confían en que las autoridades encontrarán una respuesta que no los afectará, porque quieren trabajar sin molestar a nadie.