Las fuerzas de seguridad indias llevaron a cabo ayer una operación en el hotel Taj de Bombay, uno de los puntos golpeados por la serie de operaciones terroristas que se iniciaron el día 26 y que ya han dejado 143 muertos, entre ellos al menos ocho extranjeros.
Aunque la Policía asegura que ya han salido vivos todos los rehenes que se hallaban atrapados en el Taj y en los otros dos epicentros de los ataques, el hotel Oberoi y el recinto de rezo judío Nariman House, durante las últimas horas se han registrado disparos y explosiones en el Taj.
Un alto mando militar que se encarga de coordinar las operaciones, el general Thamburaj, aseguró a la prensa que al menos un terrorista seguía en el interior del Taj.