Amigos, hoy abro el compás que me ha ofrecido este medio para saludarlos y hacerlos partícipes de que a partir de la fecha formaré parte de estas valiosas páginas, ventana gustada por los que creen en la riqueza de nuestras expresiones.
El nombre dado a este espacio es precisamente Jipijapa!, expresión que proviene de Ecuador, y hay referencias claras de que existe un Cantón llamado con ese nombre, pero también es la técnica utilizada para tejer algunos sombreros y recuerden que el famoso sombrero Panamá proviene también del Ecuador, por lo que existe mucha vinculación con este vocablo, jipijapa.
Hoy revisaré algunos aspectos relacionados con nuestro patrimonio cultural, tan rico y variado; expresamente me dedicaré a escribir de los asuntos que corresponden al folklore panameño, puesto que entre la gente de nuestro país, el folklore es un asunto que denota mucho interés y respeto.
Hablando específicamente del folklore, en Panamá vemos este aspecto de la cultura con mucha importancia y con respeto porque la gente entiende que son expresiones populares que mantienen patrones específicos y hay que ceñirse a ellos.
Esto mantiene mucha razón a mi parecer, pero más allá de ello, el folklore comprende aspectos de la vida común del ser humano, que la doctora Isabel Aretz, experta argentino-venezolana, lo plasma en: lo material, lo social y lo mental espiritual.
En este sentido se cree únicamente que aspectos como el tamborito, la pollera, los bailes típicos, el montuno y nuestra música e instrumentos constituyen solamente el folklore nacional. Pues déjenme decirles que el folklore va más allá, puesto que encierra este patrimonio cultural, expresiones materiales en su mayoría, pero existen expresiones sociales como el lenguaje, formas de expresión, concepto de familia (lo dicen en la canción Amor y Control de Blades, "familia es familia" y sobre esto recordamos los conceptos de antes, como la importancia del padrino o la madrina en la crianza de los individuos, el respeto), sociabilidad que también son nuestro folklore, los juegos, pasatiempos, la economía; todos estos aspectos forman el folklore de un país y ni se diga de las expresiones mentales-espirituales, como los ritos, las creencias, curanderismo, cosmovisión, entre otros; por lo que vemos que todo el folklore va más allá de las expresiones artísticas y lo que vagamente se expresa en Panamá como ese rico y variado patrimonio folklórico.
La sabiduría del pueblo expresa en lo que denominamos como folklore, todo eso que el hombre ha creado y ha construido para resolver su vida diaria, cosas buenas y muy bonitas, pero también cosas desaprovechables para la enseñanza, que no son recomendable emular, pero que existen tales como los sobrenombres, groserías, mentiras, chistes colorados, brujería, superstición, también forma parte de nuestro folklore.
El folklore en su contenido es muy rico y variado, pero el folklore panameño también es muy diverso en sus expresiones, ya que no solo existe el folklore de provincias centrales o Azuero, los afrodescendientes mantienen su folklore, los indígenas y otros grupos étnicos que residen en Panamá, todos tienen un folklore heredado de manera ancestral y que pervive hoy día como expresión cultural, de nuestra panameñidad.