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Con sus ojos cansados por el hambre y la miseria, el flaco expescador de Puerto Caimito conocido como "Cojinoa" me dijo: Yo lo comprendo periodista, que no nos preste atención a nosotros, los representantes de los más pobres. Tiene meses de no hablar de nosotros, pero sí del pifioso Cholito Mesero del viejo café de Santana. Claro, como él se codea con políticos, a Ud. le parece que tiene mayor importancia que nosotros. Tragué saliva porque en parte tenía un sentimiento de culpa por haberme olvidado del gordo "Tamboril", la dinámica "La Panga", experta en la venta de hojaldres, y "Cojinoa".
Pero ya estaba al lado de ellos, en el Parque de los Aburridos, donde expertos en el dominó mataban el tiempo moviendo fichas en golpeados tableros. Encogí los hombros y les pregunté "cómo estaban". Intervino "Tamboril" para decir que "como muchos panameños, pasando el Niágara en bicicleta".
Entonces �Uds. sí sufren la crisis económica que algunos dicen que es pura invención de periodistas negativos? -pregunté curioso. Poniendo las manos en "jarra" en la cintura, con gesto de burla y desafío, la humilde mujer llamada "La Panga", señaló:
Claro que el que tiene puesto en el gobierno la pasará bien, lo mismo que los ricachones. Pero hay mucha gente en este país que sufre necesidades y lo peor, que no ve una solución a la situación.
�Y cómo hacen para sobrevivir si no tienen empleo? -pregunté con curiosidad periodística a los representantes de "los más pobres de los pobres". -En mi caso -comenzó a hablar con acento filosófico "Cojinoa" -yo voy pasándola llevando bolsas en el mercado, cuidando autos en los estacionómetros y hasta envolviendo mercancía en algún súper. Gano poco, pero no me muero de hambre.
Hemos tenido que inventar la dieta "mitad" -dijo algo entusiasmado el gordo "Tamboril", también ex pescador de Puerto Caimito. "Cojinoa" y yo todo lo comemos a medias: una carimañola para los dos, una taza de café a medias y partimos guineos y michas de pan. Así adelgazo un poco y aprovechamos al máximo el poco dinero que conseguimos haciendo "camarones".
Y a mí, el negocio de las hojaldres me da para comer -señaló la gorda mujer-, aunque en los últimos días la gente come menos. Pero ya vendrán las Navidades y espero que el negocio mejore un poco... Les dije que ellos eran personas que "echaban para adelante", y que inventaban cosas para sobrevivir en los malos tiempos. Los felicité por eso, pero el flaco "Cojinoa" no estuvo muy de acuerdo.
"Mire, le seré honesto periodista -indicó muy serio-. Si pudiera me volvería a Puerto Caimito, pero allí no hay tantas maneras de rebuscarse la comida. Claro que inventamos para no morirnos de hambre, pero eso no tiene gracia! -En lugar de estar el gobierno y la oposición perdiendo el tiempo en politiquería, deberían ser serios y buscar la manera de mejorar la economía del país- indicó "La Panga".
Y "Cojinoa" con cierto humor dijo: "Si no mejora la situación, todos los panameños tendremos que comer "por la mitad" como hacemos nosotros". |
