Un sujeto fue asesinado al estilo de la mafia norteamericana de los años 30. Lo mataron y luego -en vez de usar los zapatos de cemento- le amarraron un costal en el cuello y dentro le metieron un cig�eñal, como para que las aguas de isla Flamenco se tragara al muerto.
Pero no hay crimen perfecto. La víctima emergió y ayer su cadáver reflotaba entre los yates de esa zona turística.
Se sospecha que sea un joven de 21 años que desapareció el 22 de diciembre en Boca la Caja, cuando se lo llevaron unos colombianos. La víctima estaba irreconocible; se apreciaban en sus hombros sendos tatuajes. En el área del abdomen se observaban dos orificios. El cadáver tenía un cartucho plástico en la cabeza.