La líder opositora paquistaní Benazir Bhutto, de 54 años, fue asesinada ayer al salir de un mitin político, por un hombre que primero le disparó y luego se inmoló con dinamita. En el ataque murieron también otras 20 personas.
La muerte de la carismática ex primera ministra ha generado una situación de caos antes de los comicios parlamentarios del 8 de enero, temores de protestas masivas y un incremento de la violencia en esta nación del sur de Asia, portadora de armas nucleares.
Horas después, su cadáver fue sacado del hospital en un ataúd de madera, en hombros de una multitud de simpatizantes.
Bhutto se desempeñó en dos oportunidades como primera ministra de Pakistán, en 1988 y 1996. Había regresado al país tras un exilio de ocho años el 18 de octubre.