Los conductores de autobús y sus auxiliares se han convertido en las víctimas predilectas de la delincuencia criolla, que en la última semana la han enfilado contra seis de ellos.
El caso más grave contra los conductores de transporte colectivo y "pavos", se produjo la pasada Noche Buena, cuando un grupo de delincuentes presumiblemente menores de edad, impactaron en el pómulo derecho a Erick Parra, de 34 años, para robarle el dinero hecho en la jornada.
El busero de la ruta Tocumen-Vía España, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente el día de Navidad, y desde entonces permanece delicado en la sala de semiintensivos del Hospital Santo Tomás.
Ese hecho violento fue la gota que derramó el vaso de la paciencia de los miembros de la piquera de Tocumen, que al día siguiente decretaron un paro exigiendo seguridad.
Pero no fueron los únicos: sus compañeros de la ruta de Pedregal, tuvieron que tomar aye, r igual medida, porque uno de sus conductores fue agredido con arma de fuego, pero escapó de los tiros.