Martes 31 de diciembre de 2002

 

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Lo remataron en el suelo No tuvieron compasión

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Delfia Cortez y Enrique Watts Ríos
Crítica en Línea

"Mi papá me dijo que si algo le ocurría, me dejaba la máquina de cortar hierba para que ayudara a mantener a mis hermanitos y a mi mamá". Detrás de las palabras, dominaba el llanto en un pequeño rostro. Era la voz de Rodrigo Rodríguez, un niño de 10 años a quien el destino convirtió- de repente- en un hombrecito porque maleantes asesinaron a su padre.

Tres sujetos le dispararon a quema ropa a José Remigio Rodríguez Morán, de 39 años. Le metieron siete balas en su cuerpo pese a que Remigio ya había caído al piso sangrando y suplicaba por su vida. Los agresores fueron capturados por la Policía Nacional. Tenían una escopeta y otras dos armas. Entre ellos, hay un menor de edad.

Rodríguez Morán había dedicado su vida a cortar hierba en lotes de los vecinos, pero ese día pensó que un ingreso más como vigilante ayudaría a resolver sus problemas económicos.

MUERTE DESPIADADA

El día de su muerte, José Remigio ganaría B/.20.00 custodiando la Estación Delta en la comunidad "Los Pinos", corregimiento de Nueva Providencia. Era su primer día allí.

Serían como las 8:30 de la noche. Los malhechores entraron entre la montaña aprovechando lo solitario del lugar y llegaron disparando. Le robaron el arma de fuego y una escopeta calibre 12 que utilizaba para defender el establecimiento. Ese día fue el primero y el último en la vida de Remigio como Guardia de Seguridad.

El humilde campesino que cortaba hierba, decidió trabajar como seguridad pese a las súplicas de su esposa María que le decía: "cuidado, eso es peligroso". Remigio le dijo que tenía que hacer algo más para mantener a sus 6 pequeños niños, todos menores de 12 años.

Los sujetos llenaron de plomo el cuerpo del vigilante. Los tiros los recibió en la sien, boca, brazo derecho, tetilla izquierda, clavícula izquierda y uno en cada pierna. El ataque fue despiadado y sin asco. Al despachador Encarnación Espinoza, de 40 años, le quitaron 10 balboas. No se explica cómo se salvó de morir junto a Remigio.

DOLOR

Esta noche de fin de año, está vestida de dolor en una familia que sufre por perder a uno de los suyos en forma tan violenta. María, viuda del seguridad, pidió que todo el peso de la Ley caiga sobre los monstruos que le quitaran la vida al padre de sus hijos.

"Teníamos tantos sueños. Nuestra hija más pequeña cumpliría años próximamente y el quería ganar un poco más para complacerla en sus gustos. Ese día (domingo) del homicidio, lo vi por última vez a las 12 del día cuando le llevé comida, y me pidió que cuidara mucho a los niños como si presentía algo", dijo María.

DICIEMBRE VIOLENTO

Con este homicidio son 13 los casos violentos que se registran en este mes de diciembre en Colón, pero la pregunta que se hace la comunidad es si son realmente severos los castigos para los delincuentes que siguen matando a quien les da la gana.

Se presume que estos son los mismos sujetos que la noche anterior habían asaltado el Restaurante y Estación "El Arranque", donde los clientes fueron desvalijados.

 

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