La noche del 31 de diciembre para Luis Alberto Blanco será una de las más tristes de sus treinta años de vida.
Su familia y la preselección nacional de fútbol, extrañó su presencia porque él paso tras las rejas, el inicio del año nuevo.
Pero los verdaderos amigos están en las buenas y en las malas; esto lo están demostrando los jugadores de la preselección, que en estos momentos apoyan, física y espiritualmente al volante que sigue detenido, luego del accidente en el que atropelló a un anciano de 80 años.
La actitud de los jugadores de la preselección nacional, por Alberto Blanco, es por que el jugador se ha ganado el respeto, la admiración y la amistad, de los jóvenes y de los veteranos.
FUE UNA MALA NOTICIA
Cuando los preseleccionados se enteraron de la lamentable noticia, el ambiente en el gimnasio no fue el mismo, todos quedaron sorprendidos y preocupados por la situación de Alberto Blanco.
La fuerza, la potencia y la resistencia, no fue la misma a la hora de levantar las pesas o cuando utilizaban las máquinas.
El profesor Gary Stempel, al enterarse del hecho, se tocó la frente y con un rostro de sorpresa, salió como todo un padre para apoyar un hijo.
Stempel se quedó en todo momento con Alberto Blanco en la sala de guardia del hospital Santo Tomás, algo que no hubiese hecho ningún técnico.