El papa Juan Pablo II se despertó con buen humor de la anestesia general a que fue sometido ayer para que se le practicara una traqueotomía, según contó el vicesecretario de la jefatura de gobierno italiano, Gianni Letta.
"Entré al hospital Gemelli triste y preocupado y salí muy satisfecho", declaró a la prensa el representate del primer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien pudo ver al Papa después de la intervención para la apertura artificial de la tráquea a la que fue sometido.
Según Letta, el Papa que estaba "muy sereno", se despertó lúcido de la operación, de unos 30 minutos.
"Al despertarse de la anestesia general, dirigiéndose hacia los médicos hizo un gesto con la palma de la mano como de recriminación, similar al que se hace cuando los niños han hecho una maldad", contó Letta.
Los médicos del equipo que atiende al Sumo Pontífice le contaron a Letta que cuando le informaron que iba a ser sometido a una pequeña intervención médica, Juan Pablo II les contestó: "Depende para quién", es decir si era pequeña para el cirujano o para el paciente.