El llanto desgarrador de una madre se escuchó a la orilla del Lago de Los Andes No. 2 cuando yacía el cuerpo sin vida su hijo, quien minutos antes se había ahogado en esas aguas.
El menor de 12 años estaba acompañado de otros amiguitos que buscaban almendras cerca del lago, pero éste al final optó por darse un chapuzón para nunca más regresar.