A pesar que Mireya Moscoso renegó más de una docena de veces de su derecho como diputada del PARLACEN, la presidenta panameñista se posesionó este miércoles de su cargo y empezó a gozar de inmediato de los privilegios y la inmunidad que concede formar parte del organismo de integración regional.
La sorpresiva decisión de Moscoso generó de inmediato una serie de reacciones a favor y en contra de sectores políticos, que coincidieron que el punto central de la decisión se basó en la búsqueda de la inmunidad parlamentaria.
DEFENSA DE MOSCOSO
En defensa de la ex presidenta, el abogado Rogelio Cruz señaló que el interés de Moscoso se centra en continuar trabajando por la integración regional de los países miembros del PARLACEN y descartó los señalamientos del interés por la inmunidad.
Cruz sostiene la premisa que la eliminación de la inmunidad de los diputados en la pasada reforma constitucional, elimina directamente la inmunidad de la que hubiese podido gozar en estos momentos Moscoso.
ENDARA DESILUSIONADO
Para Guillermo Endara, el argumento de que Moscoso no goza de inmunidad es una "triquiñuela" de sus abogados.
Destacó que la inmunidad existe, aunque se haya eliminado la palabra específica del texto constitucional aprobado en septiembre del 2004.
"El cargo lleva inmunidad y lleva el privilegio de que no pueden proceder contra ella si no es a través de la Corte Suprema de Justicia", dijo el dirigente.
BUSCO PROTECCION
En tanto, el presidente del Partido Cambio Democrático, Ricardo Martinelli, criticó que Moscoso tomara posesión del cargo de diputada en el PARLACEN.
Según Martinelli, Moscoso no tomó posesión del cargo por el sueldo, los pasaportes diplomáticos o las exoneraciones, sino porque "debe tener algo pendiente con la justicia y por eso se escudará en la inmunidad que brinda este organismo".