El "guaro" es el peor enemigo del hombre y en especial del campesino, dijo el monseñor de la Diócesis de Penonomé, quien pidió a los campesinos alejarse de estos vicios que incrementan los casos de violencia y en especial la doméstica.
Para la Iglesia Católica, el problema de la violencia doméstica en Coclé, sobre todo en áreas de difícil acceso, es muy complejo, y las bebidas alcohólicas son la causa principal de estos casos, porque el hombre campesino va a las cantinas ingiere licor y gasta el dinero.
"Cuando llega a casa ebrio y sin dinero, inicia la discusión con la pareja y es allí donde se genera el ciclo violento, es por ello que es necesario frenar esta venta de licor en áreas de extrema pobreza", dijo monseñor Uriash Asley, de la Diócesis de Penonomé.
Indicó además que es lamentable que en cada comunidad en lugar de haber otros negocios hay venta indiscriminada de licor y de manera clandestina, y es esto lo que lleva a la juventud a los vicios y a dejar los estudios y generar violencia, dijo el sacerdote.
El alcalde de Penonomé, Carlos Jaén, dijo que realmente es preocupante la situación, aunque ellos realizan operativos por semana con los corregidores para frenar la venta indiscriminada de licor, mucha gente inconsciente vende licor en las casas de forma clandestina y no permiten que los descubran y en el resto de las comunidades no denuncian estos casos.
Jaén dijo que hace varios meses ellos han ordenado a través de un acuerdo municipal prohibir el consumo y la venta de bebidas alcohólicas en las canchas, campos deportivos y sus alrededores, en depósito de enfriamiento o de cualquier otro medio utilizable para la venta de bebidas alcohólicas.
Además, asegura que se sancionará a toda persona que infrinja este acuerdo municipal con multas de 25 a 100 balboas y la mercancía será decomisada.
Los moradores de estas comunidades solicitan más vigilancia y operativos sorpresa, pues para ellos es realmente de salud pública. Alegan que se le está haciendo mucho daño social a todos, en especial a los jóvenes, dijo Pedro Santos, campesino de Río Indio.
El monseñor de la Diócesis de Penonomé opina que es necesario que la ciudadanía denuncie los casos en los que se venda licor, pero sobre todo hace el llamado a los campesinos que no gasten lo poco que ganan en licor.