Cuando el ser humano se une es capaz de lograrlo todo. Bajo esta premisa los reos del Pabellón 1, de la cárcel La Joya, escarbaron un túnel de siete pies que le daría la libertad, pero el plan falló.
No se sabe por cuánto tiempo sudaron como grandes paleros para abrir semejante hueco, pero lo cierto es que se valieron de la inteligencia y de las artimañas que se aprenden sólo en películas de Hollywood para escapar.
Pretendían irse este sábado, pero algo del plan falló. Ellos usaron como pala las aspas de unos abanicos que tenían y algunos instrumentos de hierro. La tierra, que era mucha, la amontonaron en bolsas donde se supone guardaban la ropa que sus familiares le llevaban.
Más allá de la hazaña, hay que cuestionar seriamente el trabajo de custodia que se realiza en esos centros penales, lugares donde se ha hablado hasta la saciedad que, por influencias de la corrupción del sistema penitenciario, dentro de estas cárceles se vende y se compra droga, se entregan armas, se hacen llamadas a celulares y hasta se envían a liquidar a personas. Los maleantes, aún estando presos, no dejan de administrar sus pandillas dando órdenes.
Las autoridades de gobierno deben ser más profesionales. No hay que permitir que los que entran a la cárcel salgan peor y vuelvan a cometer el mismo error que los privó de su libertad. La antigua cárcel Modelo fue demolida, pero no así el ambiente inhumano que se vive en Pacora y Gamboa, lugares donde están estos centros de "rehabililación".
Si Dios ha entrado a los penales a través de los ministerios de evangelización, lo mejor que podemos hacer es ayudarles a escarbar un túnel legal que los saque para siempre de la actividad delictiva y que sirvan a la nación como hombres de bien.