Los familiares de las víctimas fatales y de los lesionados en el accidente de tránsito ocurrido en la Autopista Arraiján-La Chorrera la mañana del martes, se apersonaron ayer, miércoles, a solicitar ayuda económica a la SICAMOCH para hacer frente a los gastos médicos y de sepelio.
Eliécer Montenegro, Secretario General de esta organización, dijo haberse entrevistado con los familiares de María Cáceres y de Yariela Grael de Díaz, asegurando que serán solidarios aún cuando no se ha declarado al conductor del bus como el responsable directo del accidente.
Montenegro indicó que cumpliendo con lo que establece la Ley, el autobús mantenía una póliza contra accidente y que cubría a terceros aunque no precisó a cuánto ascendía añadiendo no poder precisar si el propietario del bus contaba con algún seguro de cobertura para los pasajeros.
Agregó que el conductor del autobús se encuentra estable y recluido en el Complejo Metropolitano de la Caja de Seguro Social (CSS).
Mientras que la casa en que vivían María Cáceres y su pareja Edgardo Murillo, permanecía ayer, cerrada, asegurando una de sus hermanas que ya estaban tramitando lo concerniente al sepelio, el cual se realizará en la ciudad de Panamá.
Vielka Pérez, cuñada de "Mari", como le decían, dijo que comúnmente éstos abordaban las chivas del interior para viajar a la capital, pero que el martes la afluencia de pasajeros en la parada los obligó a tomar el bus de la ruta La Chorrera-Panamá.
Según la narración de su hermano, contó Vielka, al momento de la colisión, éste fue expulsado contra el parabrisas del autobús y una vez que se recobró intentó ubicar a "Mari" y al encontrarla tirada en el piso aún con vida, le decía: "No te mueras".
Su hermano, dijo Vielka, está destrozado. Hacía un año que se había unido a "Mari", quien vivía en Panamá Viejo. Ella tenía 14 años de trabajar en la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), en donde se desempeñaba como secretaria de contabilidad.
La pareja no tenía hijos y vivían desde hace un año en una pequeña casa ubicada en el sector de San Martín, en El Espino, corregimiento de Feuillet, en La Chorrera.
Se trataba de una mujer con mucha alegría por la vida, según Vielka, añadiendo que muchos la extrañarán.
Mientras que el esposo y el padre de Yariel Grael de Díaz, quienes concurrieron ayer a las oficinas de SICAMOCH, se negaron a dar declaraciones sobre las honras fúnebres de ésta.
Las tesis sobre el accidente continúan variando según las partes involucradas, aunque persiste aquella sobre el vehículo articulado mal estacionado a orillas de la autopista.
Los conductores del camión articulado y del pick up fueron sometidos ayer en la tarde a pruebas de alcoholemia por parte de las autoridades del Ministerio Público.