José Antonio, el sujeto con el que la asesinada Felicia Bonilla Cisneros mantenía una relación se entregó a la PTJ. La mujer de 49 años y empleada de la cafetería del hospital de la Caja de Seguro Social, fue asfixiada y luego su cadáver apareció a orillas de un río en Capira.
Felicia vivía con su hijo en un apartamento en Perejil. Su hijo dijo que la noche del viernes dejó a su madre junto a José Antonio. Luego el hombre le manifestó que su madre se había ido para el interior. Eso extrañó al chico, ya que la señora -cuando él abandonó el hogar- ya tenía puesta su ropa de dormir, la misma con la cual fue encontrada al descubrirse su cadáver.