El reciente secuestro de cuatro periodistas en Durango (norte de México) marca el primer intento del crimen organizado de influir directamente en la línea editorial de medios a escala nacional, alertó ayer la organización Article 19.
"Lo habíamos visto en medios locales, donde llaman tranquilamente para pedir o quitar una noticia, pero no en medios tan grandes como Televisa o Milenio TV", dijo a EFE en entrevista el director para México y Centroamérica de esta ONG pro libertad de prensa, Darío Ramírez.
Los periodistas (dos de Televisa, otro de Milenio TV, y el último del diario local El Vespertino) fueron interceptados en el trayecto de vuelta a las redacciones, a las que llamaron posteriormente para comunicar que estaban secuestrados.