El pandillerismo, más que un flagelo social, es un problema espiritual, aseguró el profesor José Magán, estudioso de la conducta delictiva.
El dirigente colonense compartió que el primer y segundo proceso de paz realizados en el país y en los cuales él participó, han sido los únicos proyectos que han dado frutos positivos, dado el rescate de jóvenes descarriados que no han vuelto a caer en las garras del vicio y la delincuencia.
Sustentó que el eje de ese proyecto fue Jesucristo, quien fue presentado a los muchachos como la única y verdadera salida de la mala vida que estaban llevando.
"Escrito está que sólo con la Palabra de Dios el joven puede limpiar su mal camino", dijo el experto en conducta humana y consejero espiritual de jóvenes "en el camino equivocado".
Magán dijo que los proyectos se realizaron con el apoyo de la Iglesia en las afueras de Colon y en la ciudad de Colón.
En esos procesos también participó la Policía Nacional y otras entidades, pero que aparentemente surgieron contratiempos penosos.
El profesor sostiene que el trabajo social, psicológico, científico y espiritual son necesarios para llevar adelante un trabajo de rescate de la juventud.