Ajustado a nuestra tradición el noble pueblo panameño recibe con gran júbilo el Año Nuevo 2008 y le otorga alegre bienvenida, que indiscutiblemente trae esperanzas de mayor paz, salud, trabajo, bienestar económico, vivienda, justicia social, respeto a los Derechos Humanos y autodeterminación de los pueblos, con los vehementes deseos que tengan vigencia plena nuestra Constitución, nuestro Código de Trabajo y nuestra legislación, consolidando nuestra libertad, soberanía y democracia republicana, que nos legaron para nuestra felicidad y bienestar nuestros hidalgos próceres y venerados antepasados.
En el Siglo XX nuestra patria obtuvo su emancipación. Gracias a la acción patriótica de sus hijos, dejó de ser colonia para proclamar con legítimo orgullo su soberanía total y la idoneidad de los panameños de administrar eficientemente su canal.
Al recibir el Año Nuevo, pletórico de caros anhelos: que nuestros sueños y sentidas aspiraciones se hagan realidad, los istmeños hermanados, con fe inquebrantable en nuestro Dios, unidos tesoneramente, luchemos con dignidad, lealtad y honestidad, con el propósito loable, de erradicar de nuestro sagrado territorio: el hambre, la miseria, la desocupación, la explicación, los vicios, la inmoralidad, la violencia, la corrupción y el control e influencia foránea en nuestros asuntos internos.
Con fe firme en el porvenir, enfrentándonos a los embates y penurias de nuestra existencia y augusto destino, en procura de buscarle solución a nuestra problemática, gobernantes y gobernados, contando con la bendición de Dios, debemos ser estoicos y contribuir afanosamente con nuestros esfuerzos físicos y mentales, a la consolidación de los excelsos ideales, virtudes y elocuentes manifestaciones de la eterna y noble panameñidad, sendero que nos conducirá a la felicidad y al bienestar y a la cristalización de nuestra emancipación social e independencia económica. �Que todos disfruten de un Feliz Año Nuevo!