Los Arraijaneños se levantaron temprano y acudieron a los centro comerciales más cercanos de Arraiján para aprovechar las últimas compras para la cena de fin de año.
Estas personas compraron el tradicional guandú, las peras que faltaban, manzanas, uvas y las roscas de huevo. Otros que aprovecharon esta fecha fueron los comerciantes informales que se dedicaron a recoger unos reales con las ventas de CD.