FAMILIA
La negación de uso de drogas
Roberto L. DuPont Jr. M.D.
El promedio más difícil
al tratar el síndome de dependencia de las drogas no es, sin embargo,
la limitación o complejidad del modelo del síndrome; es la
negación. Los usuarios, tal como he señalado, están
raras veces deseosos de enfrentar directamente los hechos de su dependencia.
Cuando era estudiante de medicina y estudié la hipnósis, aprendí
una lección muy útil que más tarde me ayudó
a entender el fenómeno de la negación. Si se hipnotiza a una
persona y se le ordena caminar y abrir una ventana en un momento preciso,
y se le dice que no recordará las instrucciones que se le dieron
bajo hipnosis, hará lo que se le dijo bajo la fuerza de la sugestión
hipnótica. Si se le pregunta, una vez despierta, "¿Por
qué abriste la ventana?", contestará algo así
como "sentí mucho calor aquí adentro". Es decir,
racionaliza su conducta debido a que no puede decir la verdadera razón
que la motivó.
Este fenómeno es similar al que se presenta cuando se pide que
dejen de usar droga y que consideren las consecuencias. Recionaliza y justifican
su doncudta negando la conexión entre el uso de drogas y las consecuencias.
Por ejemplo, si el usuario no se presenta a trabajar el lunes debido a que
el fin de semana consumió gran cantidad de drogas, dirá: "Tuve
un resfriado ys entí que no podría trabajar". Cuando
se presentan accidente automovilísticos, también los racionalizan:
"El tonto frenó frente a mí sin ninguna señal.
Por eso le pegué a su auto". Parte de esto es una mentira. Pero
algunas veces, según mi experiencia, el usuario es tan inconsciente
de la conexión entre su consumo de drogas y sus consecuencias como
el sujeto hipnotizado es incosciente de la razón por la que abrió
la ventana durante el experimento.
Uno de los elementos únicos y extremadamente trágicos del
síndrome de dependencia de las drogas es que la gente no quiere conocer
los hechos que se relacionan con la drogadicción. Para descubrir
las rzones debemos considerar algunos factores culturales y biológicos,
así como las suposiciones equivocadas de que los efectos negativos
son escasos cuando se inicia el consumo de droga y las motivaciones monetarias.
Estos factores invaden el pensamiento del país como un todo y parecen
estar firmemente enraizados en la conciencia tanto de usuarios como de no
usuarios.
FACTORES CULTURALES
Tradicionalmente existe en Estados Unidos la libertad individual, basada
en el idealismo del siglo XVIII, reforzada en las últimas dos décadas
por la cruda caricatura de la cultura joven: "yo a mis asuntos y tú
a los tuyos". Esta actitud está implícita en la fuerte
resistencia del usuario a admitir su dependencia y de ver las consecuencias
de la drogadicción, mientras que, al mismo tiempo proporciona un
importante refuerzo a la negación. Al dejar que el individuo decida
usar o no drogas, aumenta el riesgo de depender de ellas de la misma manera
que la intervención de los demás sobre la decisión
propias lo reduce.
En otras palabras, el placer del cerebro distorsiona el juicio, un drogadicto
racionaliza el uso de la droga para aumentar el placer, disminuyendo así
su capacidad normal de juicio. Si el usuario confía más en
el juicio de los demás respecto a usar o no drogas, podría
llegar a superar la negación.
Por desgracia, la mayoría de las veces esto no ocurre. En la actualidad
los factores culturales que promueven el autocontrol total y que desalientan
el control familiar y comunitario sobre el individuo, hacen imposible esta
solución y, por lo tanto, estimulan la dependencia de las drogas.
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