Alto al fuego, condición
primordial para la paz
El Gobierno colombiano desea terminar con
las escenas de dolor en el país sureño. Foto AP
Bogotá
REUTERS
El gobierno colombiano presentó
el lunes una agenda de 10 puntos para los diálogos de paz con el
principal grupo guerrillero del país, donde propone fundamentalmente
un alto al fuego, la suspensión de los secuestros y la humanización
del conflicto.
La agenda, entregada por los representantes del gobierno del presidente
Andrés Pastrana a los tres negociadores de la guerrilla en la segunda
reunión desde que se iniciaron las conversaciones, forma parte de
la estrategia gubernamental para poner fin al conflicto interno más
prolongado del continente.
"La negociación política que permita superar las
causas de un conflicto que rechazan masivamente los colombianos, debe ser
principalmente la estrategia que conduzca a la obtención de una paz
sustentada en la justicia social", dijo el alto comisionado para la
paz, Víctor G. Ricardo, al presentar el documento titulado "Una
Política de Paz para el Cambio".
Los temas que contempla el gobierno para las conversaciones son: derechos
humanos y la humanización del conflicto, la estructura económica
y social, la reforma política del Estado, desarrollo alternativo
y narcotráfico, protección al medio ambiente, lucha contra
la corrupción, reforma agraria, paramilitarismo, apoyo de la comunidad
internacional y viabilización de los instrumentos que conduzcan a
la paz.
"El secuestro, principal y más lesivo atentado contra la
dignidad de la persona humana, debe finalizar en forma definitiva. Debe
procurarse la humanización del conflicto mientras avanzan las negociaciones
y debe tenerse como meta lograr el cese al fuego", contempla la propuesta
de paz del gobierno.
Con su agenda de paz, el gobierno respondió a las demandas de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contenidas en una
plataforma política de 10 puntos.
Aunque hay coincidencia en temas como en la reforma agraria, en otros
se registran notables diferencias entre las dos partes.
La guerrilla no ha admitido hasta el momento tener a personas civiles
secuestradas y el sábado uno de sus líderes, Jorge Briceño,
dijo que el alto al fuego sólo sería posible cuando se negociaran
al menos ocho de los 10 puntos que presentaron a consideración del
gobierno.
El mismo gobierno ha admitido que el proceso con la guerrilla será
largo y difícil.
La administración del presidente Pastrana inició los diálogos
de paz con las FARC en un intento por detener el sangriento conflicto interno
que sólo en la última década dejó 35.000 civiles
muertos y un millón de desplazados.
Las conversaciones de paz se cumplen en medio de una zona selvática
de 42,000 kilómetros cuadrados, equivalente a dos veces el tamaño
de El Salvador, que el gobierno ordenó desmilitarizar.
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