MENSAJE
Quebrado bajo el peso de un secreto
- Hermano Pablo,
- Costa Mesa, California
Estaba cansado, definitivamente
cansado, Pesaba sobre él 73 años de vida. Y pensaba algo más,
un secreto que había llevado por más de 50 años. En
su lecho de muerte apretó la mano de su hijo adoptivo Scott, de 27
años, y Billy Tipton, famoso músico de jazz, pasó a
la eternidad con un último y gran suspiro de alivio.
Su hijo llevó el cadáver a la funeraria para que lo embalsamaran.
Allí le dieron la noticia. "Esta persona no es hombre - dijo
el director de la funeraria-. Es mujer. Esto tiene que ser aclarado en la
partida de defunción".
Billy Tipton, por razones profesionales, había vivido más
de 50 años como hombre, siendo mujer. "Murió cansado
de soportar su secreto", expresó su hijo melancólicamente.
Amigo, hay muchas personas como Billy Tipton, que arrastran durante toda
su vida el peso de un secreto. Y ese peso en lugar de aliviarse con los
años, suele hacerse más y más pesado.
Para algunas mujeres es un desliz de su juventud. Para algunos hombres
es un delito que cometieron. Para otras personas es algo de lo cual fueron
testigos inocentes, pero debieron guardar el secreto para proteger a un
ser amado.
Es cierto que en la vida de muchas personas hay secretos que mejor es
guardarlos ocultos para siempre. Revelarlos, tal vez, haría más
mal que bien. Pero ese secreto tiene que ser una espina clavada en la carne,
o una piedra en el corazón. Este secreto irrevelable que roe y carcome
la conciencia, puede ser revelado a alguien que ni se burla de uno ni tampoco
condena. Esa persona es el amigo de los sufridos. Escuché sus palabras:
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados,
y yo os haré descansar" (Mateo 11:28). ¿Quién
hizo esta magna invitación? Jesucristo, el hijo de Dios. Jesucristo
vive hoy, amigo, para cumplir su promesa. Confíele su secreto. El
escucha y perdona y ama. El quiere ser su Salvador.
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