De haberse concretado el supuesto ataque contra Martinelli el 2 de enero pasado, se habría repetido en la misma fecha el segundo magnicidio en la historia panameña.
A las 7:30 p.m. del 2 de enero de 1955, José Antonio Remón fue alcanzado por los disparos de una ametralladora "Schmeisser", de fabricación alemana. La muerte le llegó en el Hipódromo Juan Franco, donde el mandatario celebraba el triunfo de "Valley Star", un caballo de su propiedad.
Sobre este hecho, un supuesto agente de la CIA, Marion Cooper, reveló en aquella década que el 1 de enero de 1955 se efectuó una reunión en Honduras para planificar el asesinato de Remón y que el entonces vicepresidente norteamericano Richard Nixon, presuntamente estaba presente.
El coronel José Antonio Remón Cantera, de 46 años, fue asesinado al día siguiente de esa reunión, por disparos que le perforaron el riñón derecho, la vena cava inferior, la aorta abdominal y el intestino grueso.
Once días antes del magnicidio, Remón había completado las negociaciones para el Tratado de Mutuo Entendimiento y Cooperación entre Panamá y los Estados Unidos, así como los Acuerdos Ejecutivos con su colega norteamericano Dwight "Ike" Eisenhower.
Remón, quien había popularizado la frase "Ni millones ni limosnas, queremos justicia", había solicitado corregir algunas faltas de equidad, entre ellas la anualidad del Canal, y la revisión general de todas las relaciones con Estados Unidos.