Tremendo susto pasaron ayer, miércoles, en horas de la tarde, residentes de una vivienda cuando un árbol de curutú cayó sobre el techo de una humilde morada ubicada detrás de la Escuela Fe y Alegría, en el corregimiento de Curundú.
Tal situación no causó daños a la vivienda, sin embargo, moradores del área afirmaron que pudo haber sido lamentable, ya que el árbol cedió, a causa de las quemas constantes de su tronco, a manos de personas irresponsables.
Un días antes, exactamente el pasado martes, los camisas rojas de Panamá apagaron el incendio, reveló.
De inmediato se hizo presente el personal de Ornato y Aseo de la Alcaldía de Panamá, conjuntamente con funcionarios del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), y procedieron a cortar y limpiar los escombros del frondoso árbol.
El 13 de noviembre del año pasado, un doctor falleció luego de que le cayera encima un árbol de curutú al vehículo 4x4 donde se encontraba descansando en los estacionamientos del Hospital del Niño.
En el mes de agosto, siete vehículos sufrieron daños tras desplomarse un árbol en el corregimiento de Bella Vista.
Los árboles embellecen a la ciudad, sin embargo, muchos de ellos-por edad-se encuentran en grave situación, por ende pueden de un momento a otro, causar daños, no materiales, sino en perjuicio de una persona.
Las autoridades deben inspeccionar cada uno de los frondosos árboles que se encuentran en distintos puntos de la ciudad capital.
Algunas avenidas, como la Calle 42 y 41 de Bella Vista, tienen frondosos, pero viejos árboles, amenazantes para peatones y conductores.
Más vale prevenir que lamentar.