ABRACADABRA
"Convención
Arnulfista"
Carlos Guevara Mann
Retomo hoy la pluma, después de aproximadamente un mes de ausencia,
por vacaciones.
Junto a mi familia, tuve
el grato placer de visitar varias localidades del Interior de la República;
entre ellas el simpático pueblo de Antón, en vísperas
del 15 de enero, fiesta del Santo Cristo de Esquipulas, que se venera en
toda la Provincia de Coclé, al igual que en otras partes de la República.
En Antón, que además de devota del Esquipulas, es tierra
fiel a la Doctrina Panameñista, se celebrará mañana
la Convención Nacional del Partido Arnulfista.
Como en 1984, cuando la Convención del Partido Panameñista
Auténtico se reunió también en Antón, para ratificar
la nómina presidida por el Dr. Arnulfo Arias Madrid, que encabezaba
la verdadera oposición a la dictadura militar, en el acto de mañana
se confirmará la candidatura de doña Mireya Moscoso a la Presidencia
de la República, como abanderada de la Unión por Panamá,
que constituye la auténtica oposición a la torodictadura.
En consecuencia, la columna de hoy va dirigida a los convencionales del
Partido Arnulfista, a quienes se exhorta, con vehemencia, a ejercer sus
funciones con patriotismo, inteligencia y desprendimiento.
Eviten los comentarios incendiarios, que puedan radicalizar aún
más a los que equivocadamente insisten en apoyar "terceras fuerzas";
dejen la puerta abierta al diálogo y la conciliación; y hagan
lo que esté a su alcance para procurar la unidad de la oposición.
Aunque a medida que se acerca el 2 de febrero, parece cada vez más
improbable que la oposición acuda unida a las urnas, los panameñistas,
que constituimos el partido mayoritario de la oposición, tenemos
la responsabilidad de comprender que el primero de nuestros deberes hacia
la patria es rescatarla de los malhechores que la capturaron el 11 de octubre
de 1968, y que la tienen cautiva desde entonces.
Este fin requiere la unidad de la oposición; el fraccionamiento
de la mayoría civilista en dos candidaturas presidenciales y varias
más a la Asamblea, las alcaldías y los concejos municipales,
sólo obrará en beneficio del PRD.
Este fin requiere también que se nominen candidatos idóneos
a los puestos de elección popular, porque para hacer buen gobierno
la Unión por Panamá, que dirige doña Mireya, necesitará
la colaboración de individuos capacitados y con vocación democrática
a todos los niveles del engranaje gubernamental.
Quedan aún por determinarse oficialmente las candidaturas a vicepresidentes,
legisladores, diputados centroamericanos, alcaldes y representantes.
Muchos ciudadanos, panameñistas y opositores, que apoyan la candidatura
de doña Mireya, sienten, al mismo tiempo, desconfianza hacia sus
actuales compañeros de fórmula, Arturo Vallarino y Dominador
Bazán.
El Partido Arnulfista debe nominar a candidatos de valía y comprobado
civismo, como Miguel Antonio Bernal, a la Alcaldía de Panamá,
y José Blandón Figueroa, a la Asamblea por el circuito 8-8.
Y si la Convención estimara que al objetivo de proveer colaboración
capaz y comprometida con el sistema democrático a la Unión
por Panamá, pudiese contribuir yo, a través de la representación
de la República ante el Parlamento Centroamericano, en los términos
planteados al Directorio Nacional del Partido Arnulfista, el 11 de enero
de 1998, estoy anuente a hacerlo.
En resumen: que el sectarismo, el egoísmo y los bochinches no
empañen su labor de mañana, señoras y señores
convencionales.
Demuestren patriotismo y virtud cívica, y designen a candidatos
con méritos y vocación democrática para dejar en alto
el nombre de Mireya Moscoso y el Partido Arnulfista. Es eso, precisamente,
lo que necesita la patria en estos momentos.
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