Los senadores Hillary Clinton y Barack Obama reanudaron la batalla por la caza de delegados, tras finalizar el "supermartes" en un empate técnico que ha dejado la campaña por la candidatura presidencial demócrata al rojo vivo.
Obama retrató bien la atmósfera imperante esta semana, al asegurar que él y la ex primera dama están enzarzados en una competición "feroz" en la que todavía quedan "muchos asaltos que pelear".
El primero se libra hoy en los "caucus" demócratas -reuniones comunitarias en las que se realizan votaciones a mano alzada- de los estados de Nebraska y Washington y en las primarias de Luisiana.
Los observadores apuntan que Obama parte con ventaja en la próxima ronda de elecciones de este mes.