Se desconoce desde cuándo llegó a Panamá, pero lo cierto es que el primer domingo de Cuaresma, miles de panameños y extranjeros asisten en masa al pequeño poblado de Atalaya para agradecerle a Jesús Nazareno de Atalaya. No hay una fecha exacta sobre el inicio de la devoción al Cristo de Atalaya, se sabe que ya en 1730 el poblado era visitado por peregrinos de la Villa de Los Santos, Montijo, Las Palmas, La Mesa, Santiago y San Francisco.
Su llegada es también una interrogante de cuándo se dio. Pero, el historiador y poeta, �lvaro Menéndez Franco destaca que no existe una fecha exacta de su llegada, pero sí de cómo ocurrió.
Menéndez Franco destaca que la imagen del Cristo, iba en un barco que viajaba hacia Perú, pero naufragó y la imagen se perdió en las aguas de Herrera, Los Santos y Veraguas. Luego, los residentes del lugar en aquella época la rescataron y adoptaron como su Santo.
En esa época, resalta Menéndez Franco, la misma se veneraba en un pequeño bohío o capilla construida con madera y pencas.
De esta manera, según los registros, este pequeño poblado de la provincia de Veraguas se convirtió, desde finales del siglo XVII por gracia del Nazareno, en un "centro de religiosidad y refugio de paz para los católicos de Panamá", según se destaca en el libro "Conquista, Evangelización y Resistencia" de Alfredo Castillero Calvo.
POLITICOS LO VENERAN
Para Menéndez Franco, este es un Santo muy venerado por los políticos y prueba de ello es que en la vida republicana, no recuerda un solo mandatario que en su período no haya asistido a los actos religiosos del venerado Cristo.
Pero, la mente del poeta recuerda dos nombres que profesaron una tremenda devoción a Jesús Nazareno de Atalaya: Juan Demóstenes Arosemena y José Antonio Remón Cantera.
Según Menéndez Franco, el presidente Arosemena tenía tal devoción, que antes de ganar la presidencia de la República en 1936, este ya visitaba con regularidad el pueblo de Atalaya como signo de agradecimiento.
Otro asiduo visitante, pero quien lo hacia de manera disimulada era el ex presidente José Antonio Remón Cantera, quien iba con frecuencia, pero trataba de pasar inadvertido.
LA MANDA DE ELIA PENNA
Menéndez Franco nos relató la experiencia de la Dra. Elia Penna, conocida por él. Destaca que se le desapareció un nieto en Brasil por muchos años, y en su desesperación le prometió al Nazareno de Atalaya que si este era encontrado con vida, caminaría de Panamá al pueblo de Atalaya.
El muchacho apareció y a ella no le quedó más remedio que caminar desde la capital hasta Atalaya.
FUNDACION DE ATALAYA
El libro Atalaya No. 1, Tierra de Peregrinos, de Juan Manuel Guevara, relata dos versiones sobre la fundación de Atalaya.
Una de ellas se refiere al libro de Alfredo Castillero Calvo "Conquista, Evangelización y Resistencia". En él se destaca que "Las referencias más antiguas que se tienen de la población de Atalaya, son cuando se define como una población indígena de reducción en la región de Veraguas y escasamente poblada".
La obra de Castillero Calvo muestra el período probable de la fundación de Atalaya, entre los años de 1570 a 1575. La otra versión se encuentra en el libro La Iglesia de Jesús Nazareno de Atalaya, escrito por el obispo Pedro Mega, donde se manifiesta que el nombre de Atalaya fue puesto por los españoles, al igual que el de Montijo, Santiago, San Francisco, Santa Fe, entre otros.
Según el escrito, posiblemente se le dio este nombre porque el poblado de Atalaya está en un alto, una especie de promontorio, desde el que se puede ver los alrededores.
Desde 1964, el templo de Atalaya fue declarado Basílica Menor y es la segunda que existe en todo el territorio nacional.