Domingo 14 de febrero de 1999

 








 

 


EDITORIAL
El amigo sincero

Hoy se celebra el Día del Amor y la Amistad, reconociendo en esta jornada la trascendencia del íntimo sentimiento que llena la vida social de los humanos, cuya expresión materializada muestra la devoción, la dedicación profunda que acerca los seres y permite construir un mundo de vivencias compartidas, de renunciamientos y afanes que sirve de argamasa al intrincado mundo de las relaciones colectivas.

El Amor, asentado en los indescifrables impulsos del ancestro, garantizan el desarrollo, crecimiento y avance de la existencia social; por él, los padres dan a sus progenies los cuidados y protecciones que la vida exige; los esposos se juran recíprocas lealtades, afanes y cuidados; los hijos retornan a los padres los afanes de la crianza y protegen los estadios de ancianidad, y los amigos se rinden fraternos lazos, de afán sincero que no destiñe, en quienes el cultivo del amical se aleja del aprovechamiento escalador de los trepadores sociales de torcedura moral.

La amistad cimenta el crecimiento de las ideas; fragua los mejores propósitos que permiten encontrar las identidades de los destinos; respaldan búsquedas que elevan la condición homínide: Los anales de la geografía de la tierra, recogen eventos sensibles de sacrificios y ofrendas que los lazos amistosos ofertaron en ratificación plena de la fortaleza y valor del cultivo sincero entre amigos.

Las lecturas iniciales que hacían los escolares panameños en épocas pretéritas recogían avatares del relato de Edmundo de Amicci, "Corazón", en el cual se cuenta como el amor filial llevó al pequeño protagonista "de los Apeninos a los Andes", en búsqueda de su madre que por aquellos lares intentaba ganar la vida, para superar las privaciones de la Italia de entonces.

Las enseñanzas amicales, fraternales, filiales, maternales, recogidas en testimonios de vibrante emoción, deben retornar al vivir panameño; así como el cultivo de la amistad que eleva, acrecienta y fortalece: la efemérides es oportuna para reivindicar el mensaje imborrable del Apóstol cubano, el poeta José Martí que plasmó en el soneto "La Rosa Blanca" cuando dejó escrito: "cultivo una rosa blanca, para el amigo sincero; que me da su mano franca; y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardos ni ortigas cultivo: cultivo una rosa blanca".

Hagamos hoy jornada de elevadas consideraciones, de respetuosos tratamientos para quienes llenan de amor y amistad nuestras vidas, dispensándoles las estimas que sus imborrables conductas merecen.


 
 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
El maestro "Chichito" Boza y Mario H. Cajar,autores del himno carnavalesco "Pescao"


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no tomo precauciones mientras me divierto


OPINIONES



 

 

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