EDITORIAL
El amigo sincero
Hoy se celebra el Día
del Amor y la Amistad, reconociendo en esta jornada la trascendencia del
íntimo sentimiento que llena la vida social de los humanos, cuya
expresión materializada muestra la devoción, la dedicación
profunda que acerca los seres y permite construir un mundo de vivencias
compartidas, de renunciamientos y afanes que sirve de argamasa al intrincado
mundo de las relaciones colectivas.
El Amor, asentado en los indescifrables impulsos del ancestro, garantizan
el desarrollo, crecimiento y avance de la existencia social; por él,
los padres dan a sus progenies los cuidados y protecciones que la vida exige;
los esposos se juran recíprocas lealtades, afanes y cuidados; los
hijos retornan a los padres los afanes de la crianza y protegen los estadios
de ancianidad, y los amigos se rinden fraternos lazos, de afán sincero
que no destiñe, en quienes el cultivo del amical se aleja del aprovechamiento
escalador de los trepadores sociales de torcedura moral.
La amistad cimenta el crecimiento de las ideas; fragua los mejores
propósitos que permiten encontrar las identidades de los destinos;
respaldan búsquedas que elevan la condición homínide:
Los anales de la geografía de la tierra, recogen eventos sensibles
de sacrificios y ofrendas que los lazos amistosos ofertaron en ratificación
plena de la fortaleza y valor del cultivo sincero entre amigos.
Las lecturas iniciales que hacían los escolares panameños
en épocas pretéritas recogían avatares del relato de
Edmundo de Amicci, "Corazón", en el cual se cuenta como
el amor filial llevó al pequeño protagonista "de los
Apeninos a los Andes", en búsqueda de su madre que por aquellos
lares intentaba ganar la vida, para superar las privaciones de la Italia
de entonces.
Las enseñanzas amicales, fraternales, filiales, maternales,
recogidas en testimonios de vibrante emoción, deben retornar al vivir
panameño; así como el cultivo de la amistad que eleva, acrecienta
y fortalece: la efemérides es oportuna para reivindicar el mensaje
imborrable del Apóstol cubano, el poeta José Martí
que plasmó en el soneto "La Rosa Blanca" cuando dejó
escrito: "cultivo una rosa blanca, para el amigo sincero; que me da
su mano franca; y para el cruel que me arranca el corazón con que
vivo, cardos ni ortigas cultivo: cultivo una rosa blanca".
Hagamos hoy jornada de elevadas consideraciones, de respetuosos tratamientos
para quienes llenan de amor y amistad nuestras vidas, dispensándoles
las estimas que sus imborrables conductas merecen.
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AYER GRAFICO |
El maestro "Chichito" Boza y Mario H. Cajar,autores del himno
carnavalesco "Pescao" |
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