El proyecto que deroga la Ley 8 que reformó el Código Minero llegó ayer a la Asamblea Nacional, en una jornada de mucha velocidad que incluyó primero un viaje sorpresa del mandatario Ricardo Martinelli a San Félix, donde prometió echar abajo esa legislación y luego un Consejo de Gabinete extraordinario aprobó la propuesta que luego se presentó al Legislativo.
Tras varias semanas de protestas, Martinelli llegó en helicóptero a San Félix, donde se reúnen la dirigencia de los ng�bes y buglés, y representantes del gobierno, y sorpresivamente anunció que un gobierno debe escuchar al 75% de un pueblo que no quiere la minería, por lo que es "responsabilidad del Estado echar para atrás".
"Como presidente debo escuchar lo que dice el pueblo; si debo echar para atrás, en seco o pa'lante, lo haré pensando en los mejores intereses del país", expresó Martinelli, añadiendo que en lo personal le importa un "bledo, un comino, un guayabo" lo de la minería.
"A mí no me gustan las minas, los mineros ni la minería; los panameños no entienden lo que es la minería y por eso nosotros, siendo responsables, vamos a derogar la Ley 8, porque no podemos empantanarnos en un debate estéril, pues los panameños no quieren la minería", afirmó el gobernante panameño.
El compromiso entre el gobierno y los indígenas quedó refrendado por la Iglesia católica, debido a que el presidente Martinelli se opuso a firmar algún documento, aduciendo que era necesario que ambas partes mostraran confianza mutua.
Por su parte, el coordinador y vocero de los indígenas, Rogelio Montezuma, alabó la decisión del presidente e indicó que, de haberse tomado antes, pudo evitar cierres de calles y heridos.
El ministro de Comercio, Roberto Henríquez, presentó ayer mismo el proyecto que deroga en su totalidad la Ley 8. "Recapacitar no es fracasar, se requiere de más valentía para recapacitar que seguir adelante con algo que el pueblo no quería", señaló.
Henríquez manifestó que sigue pensando que la ley que se va a derogar es buena y valía la pena mantenerla vigente, pero resaltó que "el pueblo es el que manda". Al ministro se le notó cabizbajo y con un tono de voz agotado, cuando leía el proyecto.
Henríquez manifestó que las actuales concesiones mineras serán reguladas por los contratos existentes.
REACCIONA LA 'OPO'
Para el ex vicepresidente Samuel Lewis Navarro, la decisión del gobierno confirma que el camino del diálogo es el único que conduce a soluciones duraderas, nos ahorra confrontaciones innecesarias y propicia un clima de tranquilidad y sosiego.
En tanto, Juan Carlos Navarro dijo que derogar la Ley 8 es lo correcto. "Lamento el trauma que nos impuso el gobierno y felicito a todos los que nos opusimos a esta nefasta ley".
Por su parte, el presidente del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), Francisco Sánchez, dijo que espera que el paso dado por Martinelli no sea "politiquero" y que después trate de introducir otra ley para explotar las minas. "Cuando un presidente empieza a echar para adelante y para atrás, lo que está demostrando es una falta de planificación y madurez política", señaló el opositor.
El proyecto será debatido a partir del 14 de marzo.