En las obras de William Hernández es fácil apreciar el barroquismo de figuras góticas, renacentistas, en el fondo del espacio plano, a las que superpone figuras centrales trabajadas con acrílico.
Este joven artista ha sido laureado en importantes eventos. Fue premiado en el concurso La Joven Estampa convocado anualmente por la Casa de las Américas (1997) y obtuvo el Segundo Premio, en el 2001, en el evento más importante de grabado de carácter nacional.
Sus últimos trabajos, expresan los procesos de transición por los que hoy atraviesa el joven artista: la disolución de lo figurativo en fondos abstractos y la intención de persistir en el oficio de los maestros.