Jueves 11 de marzo de 1999

 








 

 


Huelga paraliza a un Ecuador bajo estado de emergencia

Quito
REUTERS

Unos 100 detenidos, nueve heridos y choques violentos dejó el miércoles el primer día de una huelga general que centrales obreras de Ecuador realizan contra el gobierno, pese a un estado de emergencia que permitió a los militares ocupar las calles para prevenir desórdenes.

La huelga fue convocada para protestar contra la política neoliberal del presidente Jamil Mahuad, quien cumplió este miércoles siete meses en el poder.

La paralización ocurre en momentos en que el gobierno prepara un plan económico que anunciará el jueves, con el que buscará sacar al país de una de las más graves crisis económicas de la última década.

El ministro de Gobierno, Vladimiro Alvarez, dijo que 97 personas fueron detenidas en todo el país, en tanto que entre los heridos figuraban cuatro civiles y dos policías.

Un informe de la Cruz Roja señaló que cuatro personas resultaron heridas por impactos de bombas lacrimógenas, pero que no revestían mayor seriedad. Los otros tres heridos civiles fueron reportados cuando intentaban asaltar una estación de gasolina.

Alvarez condenó el uso de armas por parte de manifestantes en algunas de las más violentas marchas.

"Esto es algo que el Ecuador entero rechaza. Si hay que expresar disconformidad hay que hacerlo en forma civilizada y en forma democrática", dijo a los periodistas.

"En la mayoría de provincias hubo manifestaciones en principio de forma pacífica, pero luego hubo otras más violentas que las fuerzas del orden tuvieron que dispersar", acotó el ministro.

Neumáticos quemados, carreteras bloqueadas y marchas callejeras eran algunas manifestaciones de protesta de los trabajadores, que se observaron en varias partes de las 22 provincias ecuatorianas.

El gobierno dijo el miércoles que el estado de emergencia, que podría durar hasta 60 días, fue dictado con miras a neutralizar las amenazas de los trabajadores de paralizar los servicios públicos, como el agua, las telecomunicaciones, la electricidad y el petróleo.

El gobierno ha descartado que la emergencia ponga en peligro la democracia en Ecuador. La última vez que Ecuador vivió un estado de emergencia fue en febrero de 1997, a raíz de la destitución del ex presidente Abdalá Bucaram.

La actividad comercial y bancaria en Ecuador fue nula, así como el transporte público. Unos 3.000 militares y 12.000 policías estuvieron encargados de velar el orden público.

El presidente Mahuad se reunió con su gabinete en Palacio de Gobierno para terminar los detalles del plan económico, luego de que declaró al miércoles y jueves como feriados en un afán por restar fuerza a la huelga.

En el lado laboral, el discurso se mantenía recalcitrante en favor de la huelga de 48 horas.

"Hay una indignación de todo lo que está aconteciendo y lo que se quiere expresar a través de estas jornadas de protestas es que el gobierno vaya a rectificaciones", dijo el dirigente de la Federación de Trabajadores Eléctricos, Edgar Ponce.

Ecuador vive desde 1998 serios apuros financieros por los embates del fenómeno climático de El Niño, la sostenida caída del precio del petróleo y el contagio de la crisis financiera internacional.

En 1998, Ecuador registró la mayor inflación de América Latina (43,4 por ciento), creció 0,8 por ciento y terminó con un déficit fiscal de seis por ciento del Producto Interior Bruto (1.200 millones de dólares).

Analistas especulaban el miércoles sobre las posibles medidas económicas que el gobierno podría anunciar el jueves, pero muchos coincidían en que el mayor problema a atacar es el hueco fiscal, que amenaza con desbocarse a niveles inimaginables.

"La situación económica ha llegado a un nivel bastante crítico, especialmente porque la incertidumbre, desconfianza y la especulación se han enraizado con fuerza", dijo el analista económico Fabián Albuja.

El gobierno, que negocia un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, admitió el martes por primera vez que evaluaba la convertibilidad monetaria como una vía para resolver la crisis.

Ecuador, con una población de 12,2 millones de habitantes, tiene una deuda externa de más de 16.000 millones de dólares y un índice de pobreza de 62,5 por ciento.

Ante la huelga, los ecuatorianos mantienen una actitud de temor frente a sus ahorros, ya que la banca privada tiene desde el lunes las puertas cerradas por orden del gobierno.

Rumores sobre una posible incautación de divisas, especulación cambiaría y una dramática depreciación del sucre frente al dólar afectaron la evolución de la banca ecuatoriana, sorprendida la semana pasada por un brusco retiro de depósitos.

 

 







 

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