La angustia se apoderó de los dos jóvenes sobrevivientes Cristian Mora y David Ríos, quienes regresaron dos meses despúes al lugar donde se desfiguraron sus cuerpos en las llamas del 9 de enero de 2011 que los iban consumiendo.
Retornar los hechos no fue fácil. Cristian Mora, uno de los sobrevivientes, se notaba triste. Con las secuelas del incendio en su piel.
Mientras que David Ríos, el otro sobreviviente, no puede casi ni hablar. La lesión que sufre le mantiene adormecido el paladar, paralizada su mandíbula y con las cuerdas vocales afectadas.
Aunque Cristian dijo a Crítica estar bien, no quiso relatar lo que ocurrió el pasado 9 de enero en su celda en el Centro de Cumplimiento de Menores.
Ayer, los dos sobrevivientes se notificaron como los principales testigos en la reconstrucción, que empezó por la manaña.
De igual forma, se contó con la presencia de una treintena de detenidos calificados como testigos presenciales que iban a participar, pero solo tres de ellos lo hicieron.
Para la abogada querellante, Nora Santa, lo esencial es demostrar que hubo "dolo" por parte de los policías, que no hicieron nada para evitar que los menores se quemaran en la celda.
Santa puntualizó que los policías presentes no protegieron a los menores que gritaban y se quemaban vivos; omitieron protegerlos. "No evitaron que se quemaran", expresó.
"Se trata de determinar si el incendio lo produjeron las bombas, qué lo inició y los testigos son los que van a señalar lo que sucedió", indicó la jurista.
Demeritó las declaraciones de los policías que señalan que el incendio en el Pabellón 6 se dio a causa del primer incendio, y la defensa de la Policía pretende confundir.
"Fueron las bombas las que causaron el incendio y fue la segunda la que inició el siniestro", explicó Santa.
Determinarán la distancia desde el pasillo hacia la celda, ya que la estructura fue hecha en forma de "L".
Para el querellante José Manuel Faúndes, los jóvenes sobrevivientes no están preparados para acudir al penal.
Al respecto, el abogado Carlos Herrera Morán instó a la directora del Centro de Menores, Iris Cedeño y a los custodios a que digan la verdad, toda vez, que los que tomaron la decisión represiva y arbitraria fueron los de la Policía Nacional.
Durante la reconstrucción, los menores sobrevivientes, que recibieron perdigones y golpes, regresaron a las celdas y explicaron cómo comenzó el motín, cómo cortaron con seguetas los candados y el porqué empezaron el alzamiento.
El abogado de Iris Cedeño, Froilán Hormechea, negó que la directora del centro fuese la persona que ordenó tirar las bombas lacrimógenas y menos incendiar las celdas.
"No se dio cuenta de lo que sucedió en las celdas de atrás, cumplió con su deber al llegar al Centro y ordenar a los policías que tomaran el control", indicó Hormechea.
Calificó como una atrocidad lo que hicieron los policías contra los menores, que posteriormente fallecieron a causa de las quemaduras.
TRATO HOSTIL
El próximo miércoles le corresponde a dos camarógrafos que filmaron para los medios de comunicación testificar en la reconstrucción.
Sin embargo, a la hora de su notificación en el Centro de Cumplimiento de Menores, recibieron un trato discriminatorio y hostil por parte de un capitán de apellido Ríos, quien les hizo un cerco a los reporteros gráficos de Canal 13 y TVN Canal 2.
Alberto Bernal, camarógrafo de Telemetro, narró cómo fue despojado de su equipo de telefonía, y cercado por los policías, mientras que a los demás participantes en la reconstrucción no les dieron el mismo trato.
La queja fue presentada a la Fiscalía Primera Superior que realiza la reconstrucción del hecho en el penal de menores.
DEFENSA DICE QUE NO FUE EL GAS
El abogado Benito Mojica aclaró que no fueron las bombas lacrimógenas las que provocaron el incendio y eso no consta en ningún peritaje realizado.
Mójica aseguró que el subteniente Ismael Rodríguez tiró una bomba lacrimógena y rendirá declaración indagatoria cuando le corresponda el viernes comparecer en la reconstrucción junto a otros ocho policías.