Al parecer el cordón sanitario que existe en la frontera entre Panamá y Costa Rica para reducir el índice de malaria, no es suficiente.
Ante esto, las autoridades de salud de Panamá se reunirán el próximo 1 de abril con sus homólogos de Costa Rica en Changuinola, provincia de Bocas del Toro, para comprometerlos en acciones más eficaces que incidan en la regulación de los movimientos migratorios, reveló ayer la directora general de salud, Elda Velarde.
La funcionaria detalló que hasta el momento se han registrado 1,196 casos de malaria, donde las áreas más afectadas son la indígena Ng�be Buglé que reporta 423 y en Bocas del Toro se registran 162 casos.
Señaló que el principal problema en la frontera es la migración de los indígenas, que buscan mejores oportunidades de empleo. Señaló que existe un cordón fronterizo, sin embargo se requiere la participación más activa de las autoridades de salud costarricense.
Al ser increpada si los indígenas adquieren la malaria en Costa Rica, Velarde dijo desconocer el comportamiento de la malaria en suelo tico, "el primero de abril es done la reunión va a ser muy concreta y muy precisa y nos va a permitir un controlar específico", sostuvo Velarde.
MALARIA
Para finales del año 2003, los índices de Malaria en la Comarca Ng�be Buglé estaban entre 80 a 90 casos por mes, según confirmó el propio Ministro de Salud para esa época.
La malaria es transmitida por el mosquito anófeles y se han hecho innumerables campañas para erradicarlo.