España acaba de sufrir una sorpresa electoral. Los socialistas han retornado al poder venciendo al partido oficialista de José María Aznar. Lo sucedido es una lección para los políticos triunfalistas que no entienden que de la noche a la mañana, pueden suceder acontecimientos que hacen variar la intención de votos de la ciudadanía.
En 72 horas cambió la historia política de España. Los 10 bombazos que acabaron con la vida de 200 personas e hirió a más de 1,400 en Madrid, sumado al rechazo de los españoles a la posición de Aznar de apoyar la guerra en Irak, cobraron sus réditos.
Aunque José Luis Rodríguez Zapatero y su partido PSOE estaban recortando distancia, según revelan las encuestas, hay que aceptar que pocos se esperaban su triunfo sobre Mariano Rajov, con una ventaja de cinco puntos, en unos comicios donde el 63 por ciento de los votantes acudió a las urnas.
Ahora la Madre Patria debe sanar sus heridas. España acaba de sufrir una de sus peores tragedias que regsitra su historia y debe entender que los fanáticos del terror no creen en democracia ni en comicios y que hechos como los acontecidos el 11 de marzo, pueden repetirse.
A lo interno en Panamá, lo sucedido en las elecciones españolas, debe hacer meditar a los triunfalistas, que deben entender que lps comicios se ganan el 2 de mayo y no antes, porque la sonrisa se les puede convertir en mueca.