Sábado 20 de marzo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
El retorno de los batalloneros y CODEPADIs

La conformación de organizaciones paramilitares, estimulada por los mandos castrenses norieguistas en las postrimerías del nefasto régimen que llenó de luto, sangre y dolor la vida panameña, distinguidas como CODEPADIs y Batalloneros de la dignidad, en las ciudades terminales del Canal, fueron desmanteladas durante la invasión y el gobierno civilista.

Algunos de los personeros de cúspide de las bandas amedrentadoras y ejecutoras de represión contra los disidentes opositores al reinado de Manuel Noriega, cumplieron detenciones y sufrieron enjuiciamientos penales, en el intento civilista de castigar aquel desbordamiento criminal que dejó muertos y heridos en las calles citadinas, y realizó abusos de múltiples maneras, donde bienes, valores, honra y respeto, fueron violentados en impunidad.

Ahora, cuando los pasos democratizadores de Panamá se encaminan por derroteros de civilidad y respeto ciudadano, surgen renacidos los batalloneros y enarbolan banderas amenazadoras para reiterar el papel triste, degradante que desempeñaron en aquellos luctuosos años de tiranía uniformada.

Los batalloneros proclaman vigencia y validez para sus actuaciones y encubren sus protagonismos violentistas con los desacuerdos fronterizos de Renacimiento, donde la amojonaduría delimitante fue removida por insensatos vecinos: y de igual manera ofertan respaldos electorales pretendiendo lograr entrevistas con el perredista Torrijos.

La peor noticia política que en democracia ha recibido el pueblo panameño corresponde al renacimiento y retorno de los CODEPADIs que al amparo de extravagantes ideas llenaron de terror y miedo, la vida capitalina al asumir roles de vigilancia, de policías sin uniformes, ofensivos y represores de patriotas y opositores, buscando acallar las voces libertarias y arrinconar los derechos de expresión, reunión y culto.

Los batalloneros renacidos deben entender que el tiempo que vivimos hoy es distinto; diferente al amparo del enajenado dictador; ahora la conciencia pública, el renacer cívico y político rechazará con energía, en plenitud de acción, las pretensiones opresoras de quienes buscan retrotraer la historia. Así lo entienden preclaros dirigentes de la tolda perredista, quienes al unísono, rechazan por aberrante y descabellada la reorganización paramilitar de estos extraviados de mente y conciencia, que una vez llenaron de angustia, llanto y luto, la vida panameña.

Ojalá la intentona violentista reorganizadora resulte fallida, por sanidad y seguridad de la vida política y social panameña; de lo contrario estadios adoloridos llenarán de lamentos al país.

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Rolando Rubattino gana el tercer concurso "José Vergara" de la Gran Feria de Azuero


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, dejo las cosas para última hora


OPINIONES




 

 

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