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REFLEXIONES
"El Choc�: La frontera colombiana"
Carlos Christian S�nchez C.
Relacionista Internacional
Hace quinientos a�os, exploradores espa�oles llegan al Golfo de Urab�, en busca de gloria. El hermoso paisaje tropical sudamericano atra�a a los europeos, maravillados por la tranquilidad de esas tierras. Esa regi�n, Dari�n, fue el primer asentamiento ib�rico en Tierra Firme. Empero, la sed de conquista y la codicia transformaron el id�lico para�so en un campo experimental para la dominaci�n espa�ola del Nuevo Mundo. Con Vasco N��ez de Balboa y su odisea por llegar a la cima que mira hacia el Mar del Sur, se comienza con la explotaci�n de los pueblos aut�ctonos. La esclavitud llega a la regi�n. Los indios y negros africanos ser�an los peones para trabajar los platanales y ca�averales. Hoy, medio milenio despu�s, el primer sitio de llegada de los europeos a la tierra firme americana, se han convertido en una tierra de nadie. Dos naciones hermanas se reparten el territorio de Dari�n: Panam� y Colombia. Pueblos pobres, apartadas zonas de cultivo, violencia y delincuencia, son sin�nimos que identifican la regi�n. La selva a�n permanece virgen, a pesar del embate de los taladores y campesinos. Todav�a hay grupos ind�genas que preservan su identidad cultural. El lado colombiano, conformado por el Departamento del Choc�, constituye una regi�n interesante. Quiz�s es la zona m�s bella de la Am�rica. Dos oc�anos, con playas blancas, ilusionan a los pocos turistas que se acercan a sus orillas. Animales ex�ticos y plantas extra�as, son parte de una reserva biol�gica sin igual. Es una regi�n donde llueve todo el a�o, lo cual hace que las carreteras sean escasas y el �nico medio de transporte que se usa es el r�o, que separa a un corregimiento del otro. Mucha gente vive de la pesca diaria en el cauce fluvial. Lo malo es que el Choc� es la ruta predilecta para el narcotr�fico. Adem�s, en dicho suelo se libran las m�s terribles batallas de una no declarada guerra civil colombiana. El secuestro, la intimidaci�n, el vandalismo y el asesinato, impiden el desarrollo tur�stico y econ�mico. Desde hace varios a�os, la poblaci�n del Choc� vive el acoso de la guerrilla marxista y los paramilitares. El desplazamiento de pobladores es alarmante. Las condiciones de vida son dif�ciles, casi no hay suficiente infraestructura de servicios p�blicos, ni adecuados servicios m�dicos. Ante la llegada de la guerrilla, mucha gente no tuvo otra alternativa que aceptar su presencia. Pero con la aparici�n de los paramilitares, que combate a los primeros, se comenzaron a producir enfrentamientos, pues las "paras" creen que todos est�n vinculados a la subversi�n. Un amigo colombiano me afirma que muchos municipios y comunidades de el Choc�, se han declarado "territorios de paz", para mantenerse alejados tanto de los guerrilleros como paramilitares y hacer su vida tranquilos, sin presiones. En algunos casos, han llegado a rechazar la presencia del Ej�rcito, para evitar que los involucren con alg�n bando. "Es una lucha bastante complicada, pues hay actores del conflicto que no respetan eso y, de cuando en cuando, hay asesinatos o secuestros masivos", seg�n me dice el informante paisa. Toda la ayuda a las comunidades de esa regi�n de Colombia, se hace con la valiosa colaboraci�n de organizaciones como el Comit� de la Cruz Roja. El Choc� colombiano es surcado por el r�o Atrato, el cual es uno de los m�s caudalosos del �rea. Por ello, una vez fue objeto de estudio y propuesta para hacer de �l, una posible v�a interoce�nica entre el Pac�fico y el Atl�ntico. Se dice que el Atrato posee un caudal decenas de veces m�s grande que los r�os Chagres y Tuira juntos, ubicados en Panam�. A pesar de la guerra, la crisis econ�mica y el olvido de las autoridades bogotanas, los pobladores del Choc� creen a�n que la tranquilidad llegar� nuevamente a su regi�n. Miles de desplazados colombianos caminan, sin rumbo, por el sector fronterizo con Panam�, en espera que los bandos sociales y pol�ticos enfrentados en el pa�s paisa, terminen la irracional confrontaci�n que impiden el desarrollo de esa naci�n sudamericana. Es el deseo de los paname�os, como hermanos y vecinos, que alg�n d�a regrese a ser la tierra de Dari�n y el Choc�, el id�lico para�so que encontraron los espa�oles cuando arribaron al Nuevo Mundo.
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