El Gobierno tibetano en el exilio indio elevó ayer a 130 los muertos en enfrentamientos entre la Policía y manifestantes tibetanos, 80 de ellos en la ciudad de Lhasa y el resto en provincias chinas con fuerte presencia tibetana.
El portavoz de las autoridades en el exilio, Thubten Samphel, aseguró que "la Policía china sigue haciendo uso de la violencia" y recordó que el Dalai Lama, el líder tibetano, ha hecho un llamamiento para resolver la situación de forma "pacífica".
Samphel explicó que el número de víctimas en la capital tibetana se mantiene en 80, según sus fuentes, y que el resto se reparten entre el "Tíbet oriental y nororiental", en alusión a las regiones tibetanas de las provincias chinas de Gansú y Sichuan.
Al menos 19 de ellas, perdieron la vida tiroteadas por la Policía en Gansú, según la información que maneja hasta ahora el Gobierno tibetano en el exilio.