Cuando me miré en el espejo tuve que reírme. Parecía un "resbaloso" de los carnavales pasados, o un indio africano pintado para atemoriar a sus enemigos.Eran las dos de la tarde del martes cuatro de marzo. Me encontraba en las aguas de El Valle de Antón, haciendo turismo interno.
Siguiendo los deseos de la compañera, me puse una mascarilla de lodo, que ayuda a limpiar la piel de la cara.
El sitio me llevó al "túnel del tiempo" y me vi de niño limpiando de hojas muertas los charcos de agua caliente. Metía los pies como hacían los adultos que buscaban alivio para el reumatismo.
Aunque era niño nunca me llené de lodo la cara...
Un comité formado por personas "valleras de verdad" administra las aguas termales. Tienen varias piscinas, baños sanitarios y un lodo que dicen es bueno para el cutis.
La gente no sólo se llena la cara del lodo, sino que paga dos balboas por un tarro para seguir el "tratamiento" en casa.
Luego de varios minutos me lavé la cara con agua llena de minerales. En verdad, cuando me miré al espejo vi el mismo rostro de siempre, aunque me dijeron que el cutis estaba limpio...
Me llamó la atención el orden con que es administrado este sitio, visitado por muchas personas que buscan alivio a dolores de reumatismo y problemas de la piel.
Era el segundo sitio turístico que visitamos ese día. Horas antes caminamos con mucho cuidado por el sendero llamado "convento" en el parque nacional Cerro Gaital.
La vegetación era espesa y había mucha humedad. Tenía miedo de pisar alguna culebra o una araña venenosa. Por suerte luego de media hora no encontramos ningún animal y pusimos fin a esta excursión.
Al principio se aceleró el corazón pero pude caminar sin mayores problemas, algo que me agradó.
En la ciudad capital no camino por evitarme alguna situación negativa. Es que el clima de falta de seguridad que hay en la ciudad, hace que muchos nos encerremos en nuestras casas, convertidas en verdaderas cárceles... �para gente honrada!
Varios sitios turísticos hay en El Valle de Antón, lugar que algunos panameños no conocen.
Recuerdo que hace semanas me dijo el Cholito Mesero del viejo café de Santana, que "si yo fuera jubilado, no me quedaría en esta ciudad sucia y llena de maleantes, sino que me iría a vivir a El Valle de Antón".
Cada vez se ven más turistas extranjeros disfrutando de ese lugar (aunque dudo que se pongan barro en la cara para verse mejor...)
