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Canjillones

Milciades Ortíz | Catedrático

La escena era todo un espectáculo que podía confundir a los que la vieran.

El escenario estaba a metros de un limpio río que circulaba rápido por una extraña rajadura en la piedra.

Los "canjilones" de Gualaca es un sitio turístico impresionante.

Uno no se imagina cómo el río pudo cortar decenas de metros de piedra volcánica para hacer un cauce donde atrevidos jóvenes, niños y adultos se bañan.

Ese sábado trece de marzo, los turistas eran los menos en el lugar.

Un grupo de artistas y educadores chiricanos decidieron hacer una "exhibición pictórica" bajo los árboles cercanos al río.

La profesora Liliana Pinedo logró que niños hicieran poesía allí. Aseguró que esas obras serán editadas en un folleto que servirá para estímulo de los futuros poetas de Gualaca.

Cuadros de pintores de Centroamérica estaban expuestos bajo los árboles, para protegerlos del sol y la brisa.

Manuel Montilla, pintor y escultor de Chiriquí, fue uno de los organizadores del evento.

Rodeado de niños y algunos adultos, se dedicó a explicar la manera cómo deben ser apreciadas las pinturas.

El alcalde de Gualaca, Fredy Guerra, agradeció el acto, que realzó a los artistas del pueblo, varios de ellos conocidos desde hace años.

Estuvo de acuerdo con la atención que los artistas le brindaban a los niños y jóvenes del lugar.

Pensamos que el INAC y agrupaciones particulares de artistas deberían seguir este ejemplo. En poblados del interior existe mucho talento para las artes y promoción.

Luego de participar en la original actividad artística, fuimos en nuestra gira de "turismo interno" a conocer la playa de Horconcitos.

Una moderna carretera permite llegar al hermoso sitio sin problemas. Nos contaron algunos de los tropiezos que tenían antes, cuando el camino era de tierra.

Una enorme playa no contaminada era muy relajante. Aunque estaba finalizando la tarde, habían carros con bañistas.

El agua se retira decenas de metros cuando está baja la marea, lo que permite caminar por la blanca arena sin problemas.

Pudimos ver cómo ya se están instalando lujosos hoteles y viviendas. Ojalá este "progreso" no afecte la belleza natural del lugar.

Existen restaurantes populares que ofrecen mariscos capturados horas antes en la playa, a precios adecuados.

Era un sitio que conocíamos "de oídas" y fue agradable conocer otra parte de la patria.




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