En días pasados asistí a una reunión invitado por una de las asociaciones de secretarias. La reunión se convirtió en trabajo, al traer a colación el comportamiento de los jefes con sus secretarias, por lo que me solicitaron que escribiera un artículo.
Como lo prometido es deuda, aquí les compartimos cómo debe ser la relación jefe-secretaria.
POR EJEMPLO:
Existen jefes que abusando de su "Status", siempre llegan después de la hora de entrada y se marchan antes de la hora de salida. Pero les exigen a sus secretarias que estén antes de la hora de entrada y siempre les dejan trabajo para que se queden.
Los jefes que cuando llegan a la oficina, no saludan a la secretaria, demostrando con ello muy poca sensibilidad.
Aquel jefe que cuando algo sale mal, empieza a gritar, empleando palabras obscenas, ignorando la condición de dama de su secretaria.
Existe aquel jefe, que le pide varias llamadas a la secretaria, y en cada momento la está interrumpiendo solicitando determinado documento.
El otro que en plena reunión, con personas de afuera, le solicita en voz alta a la secretaria, el por qué no le ha servido el café, a sus invitados.
Aquel que llega y le insiste en la elaboración de documentos muy urgentes para entregar en el día. Al salir la secretaria observa que los documentos urgentes están "muertos de la risa" en el escritorio.
O el jefe que causa una conmoción en la oficina, solicitándole un documento con suma urgencia, y que después de gritar y patear, la secretaria se da cuenta que el jefe lo tiene en su maletín.
Existe un jefe que sale de la oficina y no le dice a su secretaria hacia dónde se dirige, causándole una gran incomodidad cuando alguien superior pregunta por él.
Aunque casi nunca se quejan, las secretarias quieren que les trate como personas.